Lonchera saludable al alcance de todos los presupuestos

Un estudiante que no está bien alimentado no puede tener un rendimiento adecuado. Por eso es importante que los padres de familia evalúen los alimentos que incluirán en la lonchera escolar para el buen desempeño de sus hijos en el aula de clases.

Pilar Torres, técnica de nutrición de la Coordinación Zonal Nº9, manifiesta que no es necesario invertir grandes cantidades de dinero ni es recomendable enviar loncheras tipo “almuerzo” a la escuela, porque de lo contrario esto causaría problemas de obesidad en los infantes. La clave es enviar un refrigerio que incluya alimentos ricos en vitaminas, proteínas e hidratos de carbono.

Torres recomienda tres clases de refrigerios básicos que contienen estos elementos y que por un valor menor a $0,50 son suficientes para suplir las necesidades alimenticias de los estudiantes. Así por ejemplo, los padres pueden preparar un sanduche de pan integral con huevo y una manzana. Otra elección es combinar una tortilla de harina de maíz, con una tajada de queso y fruta. Una tercera recomendación es la combinación de patacones con una fruta y una tajada de queso. Estos refrigerios pueden ser digeridos con un vaso de agua, una infusión con cualquiera de las hierbas medicinales o jugo de frutas. (ver imágenes).

La nutricionista destaca que alimentos como el chocho con tostado y maduro (si es frito, consumirlo eventualmente) con queso son dos alternativas que cada día se imponen con mayor fuerza en los bares escolares y que son muy nutritivos.

En un estudio realizado por los técnicos de nutrición de la Coordinación Zonal Nº9, en una escuela del sur de Quito, se evidenció que de una población de 501 infantes, el 21% lleva refrigerio a la escuela, mientras que el 79% no lo hace. Asimismo, el 78% afirma consumir los productos que se expenden en el bar escolar, siendo los productos con mayor demanda los dulces y confites (362), salchipapas (331), snacks (302), manzana (294), guineo (279), mandarina (279), chochos con tostado (273), arroz con carnes (271), gaseosas (256), yogur (250) y pastas (241).

Estos resultados obtenidos del estudio focal revelan la tendencia que existe entre la población escolar; por ello, se espera, con la ayuda de los padres de familia potencializar el consumo de frutas y otros productos saludables en reemplazo de aquellos que contienen grasas saturadas o son productos elaborados como los snakcs.

Torres explica que con el fin de causar un mayor gusto, a los productos elaborados les agregan mayor cantidad de sal de lo que en realidad deberían tener. “El problema es que en Ecuador consumimos tres veces más sal de lo que requiere el organismo”, expresa. Agrega que en otras ocasiones se encuentran fabricados con colorantes y dulces.

Por esta razón, recomienda que los padres se tomen un tiempo y con un corto presupuesto elaboren los refrigerios en el hogar, “porque ellos saben como están preparados y garantizan su calidad”, a fin de evitar que los niños tengan una mala alimentación y su rendimiento escolar no sea satisfactorio.

clic en imagenes


 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *