Promover una alimentación saludable y una nutrición adecuada a lo largo del ciclo de vida es esencial para el desarrollo y el bienestar integral de las personas. A través del fomento y protección de la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y continua hasta los dos años o más, así como la educación nutricional desde edades tempranas, el desarrollo e implementación de políticas que aseguren el acceso a alimentos frescos y nutritivos. La importancia de estas acciones, radica en su capacidad para prevenir la malnutrición por déficit y exceso durante todo el ciclo de vida mejorando la calidad de vida y fortalece la capacidad de las personas para contribuir activamente al país.