Quito, 26 de septiembre de 2023 

En el marco de la Conmemoración de la Semana Andina y Centroamericana de Prevención del Embarazo Adolescente, se realizó el evento de “Reconocimiento de buenas prácticas”, actividad desarrollada en la universidad UTE, en Quito. En el evento se explicó que en 2018 la Tasa Específica de Fecundidad en Adolescentes (TEFA) se situó en 69.5 y en 2022, se reportó en 47.3.

Esto ha sido posible gracias a la implementación de la Política Intersectorial de Prevención del Embarazo en Niñas y Adolescentes (PIPENA), aseguró Gina Chiriboga, responsable del Proyecto para el Abordaje Integral de Salud Sexual y Salud Reproductiva en Adolescentes del Ministerio de Salud Pública (MSP).

La PIPENA permite el trabajo articulado de cuatro carteras de Estado: Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Inclusión Económica y Social, Ministerio de Educación y el Ministerio de la Mujer. Además, resulta fundamental el trabajo coordinado con otros actores clave como el sistema de justicia, agencias de cooperación, gobiernos locales, organizaciones no gubernamentales, entre otros.

 “Como MSP hemos trabajado en varias acciones para mejorar el acceso al paquete de servicios para adolescentes. Hemos capacitado a 8.076 profesionales de salud y contamos con 1.159 establecimientos de salud adecuados para la atención a los adolescentes, 1515 establecimientos de salud precalificados para la atención integral y amigable para adolescentes”, sostuvo Andrea Bersosa, subsecretaria de Promoción, Salud Intercultural e Igualdad.

A pesar de los resultados alentadores, hay datos preocupantes, la TEFA concentra las tasas más altas en provincias de la Costa y Amazonía, especialmente en Morona Santiago, Napo, Pastaza y Sucumbíos; y en la Costa: Esmeraldas, Los Ríos, Santo Domingo y Manabí.

La subsecretaria Bersosa recordó que el embarazo adolescente es una problemática multicausal que involucra factores como violencia, migración en los hogares, abandono de las unidades educativas. De ahí, la importancia de la prevención. Con ello coincide la viceministra de Educación, Diana Castellanos, quien destacó que su cartera de Estado tiene como reto al 2030 que el 39% de instituciones educativas implementen educación integral en sexualidad.

Por su parte, Katherin Ayala, subsecretaria nacional del MIES, explicó que la derivación de los casos para la atención de adolescentes en condición de embarazo y periodo de lactancia a los servicios sociales y de salud, es fundamental para la protección integral, especialmente de los casos que ingresaron por violencia sexual.

En representación del Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos, Elizabeth Rivera, dijo que la transformación de patrones culturales es transversal para la reducción del embarazo en niñas y adolescentes. “Hemos realizado más de 500 eventos de capacitación para más de 22 mil personas, entre ellos niños, niñas, adolescentes, padres de familia, funcionarios para promover la prevención de violencia sexual”.

El trabajo en mancomunidad es vital, según Rossana Viteri, directora País de Plan Internacional Ecuador quien manifestó “estamos convencidos del potencial de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes (…) en el tema de la reducción de embarazo son ellos quienes nos tienen qué decir cómo se ve el embarazo adolescente en una comunidad, en un territorio y qué hacer, en conjunto por supuesto con mamá y papá, con el centro de salud, con las escuelas, con las autoridades locales”

El costo sanitario anual del embarazo adolescente y la maternidad temprana representa USD  82,5 millones. El compromiso de las autoridades es mejorar la coordinación intersectorial para garantizar, de manera efectiva, la restitución de derechos de niñas, adolescentes embarazadas o que ya son madres, multiplicar espacios de participación de adolescentes con enfoque de derechos y garantizar personal de atención y servicios sin prejuicios y conocimiento pleno de los derechos sexuales y reproductivos.

En el evento se entregaron reconocimientos a un total de 17 organizaciones no gubernamentales y agencias de cooperación internacional, que han aportado en la prevención y reducción del embarazo adolescente, a través de diferentes actividades, entre ellas, asesoramiento técnico a las carteras de Estado de la PIPENA, desarrollo de estrategias de promoción y prevención dirigidas a las y los adolescentes, trabajo con la familia y la comunidad.

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