Expertos reflexionan sobre muerte materna: en Ecuador se reduce el índice de mortalidad

Varios expertos sanitarios, incluida la ministra de Salud, Verónica Espinosa, se reunieron este miércoles 12 de junio de 2019 en el Simposio de políticas en mortalidad materna a fin de analizar la situación de esta problemática, en la cual Ecuador trabaja en la reducción del índice de mortalidad.

La ministra realizó una exposición analítica de la mortalidad materna en el Ecuador, situación actual y perspectivas. Allí recordó que como política de Estado, se ha diseñado una estrategia nacional para reducir la muerte materna de 44,6 a 36,2 por cada 100 mil nacidos vivos, contemplada como meta específica del Plan Nacional de Desarrollo 2021.

No obstante, alertó de que “las mujeres no están muriendo solo por los fenómenos biológicos, sino sobre todo está relacionado con su procedencia étnica, la escolaridad, su posición socioeconómica, temas que no se pueden perder de vista al evaluar esta situación”.

El presidente de la sección Ecuador del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) puso en el debate la temática del encuentro respecto a mortalidad materna, con énfasis en la epidemiología en el país, casos como el aborto inseguro, el fortalecimiento académico internacional y los modelos exitosos de reducción de la mortalidad materna.

La muerte materna es toda aquella que ocurre durante el período de gestación hasta 42 días después del fin del embarazo. Las principales causas son las hemorragias obstétricas, trastornos hipertensivos, infecciones, abortos en condiciones inseguras, enfermedades preexistentes (cáncer, diabetes, insuficiencia renal, HIV, SIDA) o condiciones preexistentes que agravan el embarazo (adolescencia o embarazos a edad avanzada), entre otras.

El académico Andrés Calle explicó sobre los progresos científicos para mitigar este mal y aseguró que los asuntos científicos, la investigación, el conocimiento y el progreso de los profesionales han permitido bajar la mortalidad materna en el mundo, pero sobre todo “han contribuido al desarrollo de nuevas tecnologías para enfrentarla”.

Dijo que gracias a ello el riesgo de morir durante el embarazo pasó de 1 por cada 130 en la década de los 90s hasta 1 por cada 760 a nivel mundial, en el año 2015.

En otras propuestas se conoció sobre el impacto del aborto inseguro o el caso de la experiencia de California en reducción de mortalidad materna, lo cual constituye un problema de salud pública tanto por su impacto directo sobre los años potencialmente útiles del individuo, como en la familia y sociedad a la cual la mujer dejó de ser parte.

Quito, 12 de junio de 2019