Ecuador refuerza la vigilancia y vacunación ante alerta regional por sarampión y rubéola

Quito, 11 de julio de 2025
Ecuador no presenta casos de sarampión y, desde hace dos años, es un país certificado como libre de la enfermedad. Sin embargo, tras la reciente alerta epidemiológica emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) para la región de las Américas, el Ministerio de Salud Pública (MSP) intensificó la vigilancia epidemiológica activa a escala nacional.
Debido a los casos confirmados en países vecinos, esta cartera de Estado emitió directrices de cumplimiento obligatorio y medidas que buscan proteger a la población de la reintroducción del sarampión, la rubéola y el síndrome de rubéola congénita (SRC).
Se exhorta a los padres de familia y cuidadores a revisar los carnés de vacunación de sus hijos. Los niños entre 1 a 6 años deberían tener dos dosis de vacuna (SRP). En caso de no contar con las dosis necesarias, deben acudir al centro de salud más cercano para completar el esquema de vacunación.
El lineamiento del MSP intensificará las actividades de vacunación con base al análisis de riesgo de sarampión y rubéola, con el objetivo de recuperar brechas de cobertura. Aquí se incluye población de centros de cuidado infantil (CDI-CNH), guarderías del Ministerio de Inclusión (MIES) y establecimientos educativos.
Según datos de la OMS, hasta junio de 2025, se notificaron 88.853 casos confirmados de sarampión a escala mundial, de los cuales 7.132 corresponden a la región de las Américas.
El país es líder en la región por tener uno de los esquemas de vacunación más inclusivos en Latinoamérica. Son 18 tipos de vacunas seguras y gratuitas, que protegen de varias enfermedades a niños, adultos, embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, personas con enfermedades crónicas y/o catastróficas.
En Ecuador, la vacuna SRP se administra a los niños con una primera dosis a los 12 meses de edad y un refuerzo a los 18 meses. Esta cartera de Estado dispone de una reserva adecuada de vacunas SRP y/o SR, jeringas e insumos para la prevención y el control de casos importados.
Es importante el compromiso de la ciudadanía con la primera y la dosis de refuerzo contra el sarampión. Una persona infectada puede contagiar hasta 18 individuos no vacunados.
El sistema de vigilancia para esta enfermedad se basa en la detección y notificación temprana del Enfermedad Febril Eruptiva No Vesicular (EFENV). Esto significa que si alguien presenta fiebre junto con una erupción en la piel que no sean ampollas, se lo considera como un «caso sospechoso». Este control permite identificar, reportar, investigar y clasificar rápidamente estos casos sospechosos de sarampión y rubéola, con el fin de realizar cercos epidemiológicos, vacunación en poblaciones expuestas, contención oportuna y eficaz para interrumpir la cadena de transmisión.
El sarampión es una enfermedad vírica, altamente contagiosa que se transmite por gotículas respiratorias. Los síntomas iniciales suelen aparecer entre 3 y 7 días después de la infección, incluyen fiebre alta, erupción cutánea rojiza, secreción nasal, conjuntivitis, tos y pequeñas manchas blancas en la boca,
Si bien no existe un tratamiento específico para el sarampión, la enfermedad puede causar complicaciones graves como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía, especialmente en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos.
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