Ecuador pone en marcha la operativización del “Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2023-2027”

23 de septiembre de 2025
Esta mañana, el Ministerio de Salud Pública (MSP), junto a los equipos técnicos del Ministerio de Ambiente y Energía, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI), participaron del Taller para la operativización del “Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2023-2027.
Este Plan Nacional es una política pública que busca reducir la vulnerabilidad del país frente al cambio climático, aumentar la resiliencia de la población, ecosistemas y sectores productivos en la planificación del desarrollo nacional, sectorial y local. Su elaboración estuvo a cargo del Ministerio de Ambiente y Energía con apoyo del PNUD y el Fondo Verde para el Clima.
Para operativizar el Plan Nacional el Ministerio de Salud ha ratificado su compromiso institucional para la construcción de la Ruta de Acción Sectorial (RAS) para el Sector Salud, para ello, hoy se conformó la mesa de trabajo sectorial de cambio climático, liderada por el MSP y denominada Grupo de Acción Sectorial. Esta iniciativa será el mecanismo de coordinación, seguimiento y toma de decisiones internas.
Diego Bastidas, subsecretario de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Energía, puntualizó que “la Ruta de Acción Sectorial impulsa una gobernanza integral, basada en evidencia científica y en la participación activa de todos los actores involucrados. Los Grupos de Acción Sectorial se convierten en un espacio de corresponsabilidad y colaboración, donde cada aporte suma para que las decisiones sean sólidas, pertinentes y adaptadas a las realidades locales”.
Por su parte, Christian López, coordinador del Climate Promise del PNUD, aseguró que están comprometidos a generar espacios de diálogo y construcción conjunta para lograr la sostenibilidad de los procesos. “Esta iniciativa toma la relevancia que el país necesita y nos invita a sumar esfuerzos y contingente para alcanzar los objetivos planteados”.
El cambio climático representa uno de los mayores desafíos globales del siglo XXI, por sus impactos ambientales y económicos, además de las consecuencias directas e indirectas sobre la salud humana, pues favorecen a la propagación de enfermedades transmitidas por vectores como mosquitos (dengue, zika, chikungunya, malaria), aumentan los riesgos de enfermedades respiratorias por mala calidad del aire, y afectan la seguridad alimentaria.
Ruví Guzmán, subsecretaria de Promoción, Salud Intercultural e Igualdad, añadió que “desde el sector salud, asumimos la responsabilidad de integrar la variable climática en nuestras políticas, planes y programas; esto implica fortalecer la vigilancia epidemiológica, mejorar la infraestructura sanitaria, garantizar acceso a servicios esenciales ante emergencias, e incorporar el enfoque de una salud climáticamente resiliente en todos los niveles”.
Frente a este escenario, el MSP considera fundamental que los sistemas de salud trabajen en estrategias de adaptación y desarrollen capacidades para prevenir, mitigar y preparar el sistema de salud para responder a los impactos del cambio climático, siempre pensando en el bienestar de la población.
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