Bebé prematura se benefició del trabajo articulado del Sistema Nacional de Salud

Emilia recibió el alta tras dos meses en neonatología
El 11 de marzo de 2019, Ana Lucía Vásconez (madre de Emilia C.),por fin, pudo volver con su pequeña a casa, tras dos meses en el área de cuidados intensivos neonatales en el Hospital Pediátrico Baca Ortiz de Quito.
El 3 de diciembre de 2018, los trillizos Carrión Vásconez, un niño y dos niñas de apenas 28 semanas de gestación, llegaron al mundo en una clínica privada de Quito, después de que su madre, Ana Lucía Vásconez, presentó fuertes contracciones.
Tras su nacimiento por cesárea en una clínica privada, por su estado prematuro de los bebés tuvieron que permanecer en el área de neonatología. Lamentablemente, el 11 de diciembre, el niño falleció y siete días más tarde una de las niñas como consecuencia de una infección.
Emilia, por su estado prematuro y delicado, tuvo que permanecer en el área de neonatología donde recibía asistencia para respirar y alimentarse.
A pesar de que la familia contaba con un seguro médico privado, su cobertura no cubría la atención a los recién nacidos y la familia no podía pagar los gastos del hospital – que en los 15 días de atención – alcanzó cerca de 20.000 dólares.
“Ante este caso complejo, el Sistema Nacional de Salud se articuló a fin de garantizar la atención de la paciente,” señala Andrea Ordoñez, especialista de articulación del Ministerio de Salud Pública.
Esta cartera de Estado, como ente rector, solicitó la transferencia de la bebé Emilia al Hospital Pediátrico Baca Ortiz, donde fue diagnosticada con displasia broncopulmonar, un tipo de enfermedad pulmonar crónica que afecta a los niños prematuros.
Tras dos meses de tratamiento, la “pequeña guerrera” como le llama su madre, se recuperó favorablemente y los médicos le dieron el alta tras haber alcanzado un peso favorable.
«Gracias a Dios y al tramité que pudimos realizar con el Ministerio de Salud Pública, desde el inicio pudimos ver el avance significativo que tuvo mi bebé”, comenta Ana Lucía Vásconez, tras recalcar que a pesar del estado crítico en el que llegó su niña, ahora respira sola y come por biberón.
«Estamos muy agradecidos con el personal médico, las enfermeras y el personal administrativo. Son demasiado éticos, demasiado humanos y estoy eternamente agradecida. Ahora tememos que continuar con las citas médicas para ver su evolución”, expresó Vásconez.
El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social garantizó a los padres de Emilia el pago total de la deuda por gastos médicos ya que se encuentran amparados dentro de la cobertura como afiliados de esta institución.
Quito, 13 de marzo de 2019.