Más de 9.000 vigilantes comunitarios del MSP se certificaron para fortalecer la participación comunitaria

El Ministerio de Salud Pública (MSP), en el marco de la Estrategia Nacional Ecuador Crece Sin Desnutrición Infantil (EECSDI), ha capacitado entre 2024 y 2025 a 3.216 tutores que, a su vez, han formado a 9.223 Vigilantes Comunitarios Voluntarios (VCV) en todo el país.
Los tutores se encargan de formar vigilantes comunitarios, personas de sus propias comunidades que conocen de primera mano la realidad y necesidades de sus territorios y que, como actores clave, contribuyen a la promoción de la salud con mayor énfasis en la prevención de la Desnutrición Crónica Infantil (DCI), cumpliendo un papel esencial en territorio.
Tras el proceso de formación y certificación, los vigilantes comunitarios colaboran con el personal de salud. Su labor incluye identificar signos de alerta en mujeres embarazadas y niños menores de dos años, promover la lactancia materna y alimentación saludable, detectar de manera temprana riesgos nutricionales para derivación a servicios de salud, de ser necesario.
Además, brindan educación comunitaria a través de charlas y talleres sobre higiene, salud preventiva y cuidado integral de la infancia, y acompañan a gestantes durante el embarazo y posparto fomentando los controles prenatales y los cuidados básicos.
Katherine Girón, nutricionista del MSP, señaló que “los vigilantes comunitarios nos ayudan a identificar mujeres embarazadas y a sus hijos que no han recibido controles de salud. Con su apoyo, el equipo médico puede realizar visitas domiciliarias, brindar atención integral y asegurar el acceso a los servicios de salud”.
Esta iniciativa de corresponsabilidad ciudadana se enfoca en el Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS-FCI), un mecanismo que empodera a personas y organizaciones sociales locales a mantener un control sobre los determinantes de la salud, a través de procesos de información, educación permanente y activa participación.
Para Esteban Zamora, teniente Político de Río Verde y vigilante comunitario desde hace tres años, esta misión trasciende lo personal: “Yo desempeño una función que me parece importante, que es ser el nexo con la comunidad. Cuando uno tiene la confianza de la gente, es más fácil que le abran las puertas y nos escuchen”.
Los líderes comunitarios desempeñan un papel clave en la prevención de la desnutrición crónica infantil, fortaleciendo el vínculo entre los servicios de salud y las familias, especialmente en comunidades rurales y sectores de mayor vulnerabilidad.
El MSP reconoce y respalda el esfuerzo voluntario de los vigilantes comunitarios, asegurando su capacitación, acreditación y acompañamiento bajo el marco legal vigente. Su compromiso es una semilla de cambio que está transformando comunidades y construyendo un Ecuador más justo, saludable y lleno de oportunidades para nuestras niñas y niños.
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